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15.11.2022Artículos

Historias de Los Diez Salvajes: Kate y Varangian

Historias de Los Diez Salvajes es una serie compuesta por el escritor Patrick Kindlon. Continúa leyendo para explorar la segunda historia del universo de War Robots: Frontiers, centrada en la historia de origen de uno de los pilotos de robot que se aventuran, en busca de un nuevo destino, hasta un grupo de planetas desconocidos llamados Los Diez Salvajes. 

Durante generaciones, Kate Walker y su familia estuvieron ajenos al conflicto, pero eso no siempre fue así. Amalia Adams, antepasado de Kate, era una piloto de robot durante las Guerras de Caminantes de la Tierra. Al igual que muchos otros que lucharon en los peores momentos del conflicto, la dejaron atrás cuando las facciones enfrentadas negociaron un armisticio. Sin una guerra que luchar y ningún sitio al que ir, Amalia se retiró de la vida de piloto y juró no volver a sentarse de nuevo en una cabina de robot. Tras hacer equipo con otros pilotos alienados, se trasladó a una zona sin valor de las tierras lejanas de Marte. Libres de vivir sus propias vidas, los antaño mercenarios colaboraron para construir la comuna de Eirene, el único lugar conocido por Kate.

Eirene prosperó y Amalia cumplió su palabra. Crio a su descendencia para honrar la libertad y el pacifismo que definió su nueva forma de vida, al igual que la madre de Kate le enseñó a ella. En los siguientes siglos de guerra fría, Eirene se convirtió en un refugio para los entrometidos ojos de los corpos, algo que no pretenden cambiar. Sin embargo, cuando Kate se convirtió en una adolescente, se volvió curiosa. Preguntaba sin tapujos acerca de su pasado y la conexión de su familia a las Guerras de Caminantes, pero eso suponía volver a abrir antiguas heridas.

En Eirene nadie hablaba del pasado. Muchos no lo sabían, mientras que otros preferían no saberlo. La información se controlaba minuciosamente en Marte, pero Kate era inteligente. Dándole forma a lo poco que podía saber, Kate comenzó imaginarse a Amalia... que resultó ser una heroína. Conocida por su nombre en clave, «Sparrow», Amalia era famosa por su valor y su dedicación hacia los demás, pero lo que la convirtió en una leyenda fue el arma que empleaba. Si bien la mayoría de los pilotos elegían las máquinas más modernas, Sparrow nunca abandonó su Vityaz de primera generación. Creía que los robots más modernos no ganaban las batallas, sino que lo hacían los escuadrones. Amalia creía darle prioridad al escuadrón es lo que convertía a la gente en auténticos pilotos. Colaborando, su equipo ganó incontables batallas. En poco tiempo, Sparrow se convirtió en el símbolo de los escuadrones de todo el mundo.

Motivada por esta revelación, la pasión de Kate se convirtió enseguida en una obsesión. Investigó la Qnet y absorbió toda la información que pudo acerca del Vityaz. Tras investigar los esquemas y el código que allí había, experimentó con miniaturas. A medida que aumentaba su confianza, también mejoraban los robots que construía. Usando todos los repuestos y componentes a los que podía echarle el guante, Kate comenzó a construir un Vityaz propio. Sin embargo, esto era pasarse de la raya para la gente de Eirene.

Los líderes de la comunidad estaban preocupados. Kate estaba infringiendo públicamente los principios en los que se basaba Eirene. Y lo que es peor: los padres de Kate estaban en la complicada posición de elegir entre su comunidad y su hija. Cuando el debate llegó a un punto crítico, llegaron las noticias del borde exterior: se había abierto una nueva puerta del mundo cerca de un sistema planetario conocido como Los Diez Salvajes. Las corporaciones, ávidas de controlar esta nueva frontera, publicaron una serie de ofertas para contratar a gente como pilotos interesados en cumplir con sus intereses, algo que no habían hecho en más de doscientos años.

Kate estaba emocionada, pero los líderes de la comunidad se mostraban cautelosos. Le imploraron a todo el mundo que ignorasen su llamada. Les recordaron a sus ciudadanos cómo los corpos abandonaron a los pilotos en el pasado, así como que lo volverían a hacer. Sin embargo, Kate creía que esta vez sería diferente. En Los Diez Salvajes, los pilotos iban a luchar con sus propias condiciones. Tras mucha introspección, Kate decidió marcharse. Los líderes de la comunidad se mostraron decepcionados, pero respetaron su decisión.

Kate se despidió de sus padres y del Vityaz sin terminar. Unos meses después, aterrizó al otro lado de la galaxia. Tras llegar a la Estación Tortuga, al fin estaba en su nuevo hogar, pero no se sentía como tal. Cuando Kate entró en el complejo, se sintió abrumada y sola. No encajaba, no tenía un equipo y echaba de menos a la gente de Eirene. Dudando de sus decisiones, se dirigió hacia el hangar.

Mientras entraba en la cavernosa sala, Kate estaba sorprendida de ver su Vityaz completo y mejor de lo que había imaginado. Este robot era un regalo de la gente de Eirene. Aunque no estuvieran de acuerdo con las acciones de Kate, se acordaron sus orígenes: darle prioridad al escuadrón es lo que convertía a la gente en auténticos pilotos. Todo Eirene apoyaba a Eirene, siendo siempre parte de su escuadrón. Mientras Kate observaba la versión restaurada de Vityaz, se daba cuenta de que esta versión era mejor que el original. Esta era la máquina de Kate, y su nombre era Varangian. Ahora que tenía un propósito, Kate se había dado cuenta de quién era realmente. 

Es una piloto de robot de guerra y su nombre en clave es Sparrow.

No te pierdas nada de la franquicia de War Robots: Frontiers y descubre más Historias de Los Diez Salvajes. Ponte al día con la primera historia: Las viejas guerras nunca terminan.

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